El Gobierno de la Empresa Responsable (MOOC UNED)
Hasta la fecha, Sostenibilidad y Gobierno Corporativo -Governance en su acepción inglesa- han sido estudiadas en profundidad como dimensiones separadas. Sin embargo, estos dos conceptos están directamente relacionados entre sí. Por ello, tiene mucho sentido que la UNED proponga dentro de sus MOOC sobre sostenibilidad, un capítulo dedicado al Gobierno Responsable de la empresa.
¿Por dónde empiezan las conexiones entre la Sostenibilidad y el Gobierno Corporativo? Para empezar, en los conceptos. De la lectura de estas dos definiciones, aparece una primera conexión: el largo plazo y la confianza.
- Sostenibilidad Corporativa: “Es un enfoque de negocio que persigue crear valor a largo plazo para los accionistas mediante el aprovechamiento de oportunidades y la gestión eficaz de los riesgos inherentes al desarrollo económico, medioambiental y social. (ROBECOSAM, 2016)
- Gobierno Corporativo: “Las prácticas que facilitan la creación de un ambiente de confianza, transparencia y rendición de cuentas necesario para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad en los negocios". (OCDE, "Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y del G20")
Desde un punto académico, también se hay conexiones. Aun cuando se han realizado pocas investigaciones, tanto empíricas como teóricas (Ricart, Rodríguez & Sánchez, 2005; Spitzeck, 2009), si hay bibliografía en esta línea. Algunos (Spitzeck, 2009: 498) han demostrado empíricamente la existencia de una correlación entre la dimensión del governance y el éxito de la RSC: “Todas nuestras variables de Gobierno Corporativo (GC) seleccionadas son significativas para explicar la relación con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)… Estas conclusiones sugieren que la supervisión interna y externa por el consejo de administración, los consejos independientes, los inversores institucionales y los analistas están positivamente relacionadas con las actividades de RSC [...] En conjunto, nuestros resultados indican que el CG es causa la RSC, mientras que LA RSC no es causa de GC".
En esta misma línea, una reciente tesis doctoral (Díaz Marcos, 2015: 236) que proponía la creación de un indicador sintético global de RSC, establecía que el peso de las prácticas de governance en este índice sintético era del 18,53%, repartiéndose el resto de los pesos de la siguiente manera: derechos humanos (8,66%); prácticas laborales (19,23%); medio ambiente (37,39%); y asuntos con consumidores (16,20%). Esta ponderación, en lo que se refiere a la dimensión governance, está en línea con la del DJSI. No obstante, los índices apenas profundizan en cómo los órganos de gobierno (el Consejo de Administración) conectan con los órganos de gestión (la línea ejecutiva) para supervisar la ejecución de las políticas de sostenibilidad aprobadas. Por ejemplo, el DJSI pregunta sobre “cuáles son los mecanismos y procedimientos establecidos por la compañía para asegurar la correcta implantación de los códigos de conducta”, pero no va más allá en otros campos.
Los índices globales de sostenibilidad, también muestran conexiones. Los índices más utilizados por las empresas (Benavides, J., Alameda, D., Fernández, E., Viñuela, D., 2013) dedican una parte de su análisis a los aspectos del governance, junto a otros criterios sociales y ambientales. De ahí que la expresión ESG (Environment, Social, Governance) se utilice de forma habitual entre el público experto para referirse a la sostenibilidad. A pesar de esta unanimidad en incluir los aspectos de governance, estos índices no comparten una metodología común ni un mismo cuestionario con el que analizar este aspecto en las empresas. Cada índice pone foco en aquellos temas en los que centra su objeto de estudio (unos más orientados en aspectos ambientales, otros más en la ética corporativa, etc). “Las comparaciones de los índices sostenibles, más allá del Domini 400 Social Index, son problemáticas debido a sus cortas series historias. Además, las comparaciones con respecto a otros índices de referencia son difíciles por las diferencias en las ponderaciones de tamaño, país e industria” (Stephen J. Fowler y C. Hope, 2007: 243–252).
Algunos índices, como en el caso de Dow Jones Sustainability Index (DJSI) han llegado incluso a ponderar el peso relativo de la dimensión governance en el total del índice. (ROBECOSAM, 2016). En concreto, el DJSI 2014 atribuye a los aspectos de governance un peso de 6% en el total del índice, que podría ascender hasta un 18% si se tiene en cuenta temas como el Risk Management (con un peso de 6%) y el de Codes conduct / Compliance / Corruption & Bribery (que pesa otro 6%), y que en muchas empresas se vinculan al capítulo governance. Conviene destacar que el índice DJSI modifica anualmente el peso de cada dimensión y, en consecuencia, también el de los aspectos relacionados con el governance.
Y para terminar, y en el caso español, empieza a haber instrumentos regulatorios y de autorregulación que atribuyen al Consejo de Administración responsabilidades concretas en materia de RSC. Por un lado, la Ley 31/2014, de 3 de diciembre, por la que se modifica la Ley de Sociedades de Capital para la mejora del gobierno corporativo establece en su articulo 529 ter, disposición a) que “El consejo de administración de las sociedades cotizadas no podrá delegar las facultades de decisión… La aprobación del plan estratégico o de negocio, los objetivos de gestión y presupuestos anuales, la política de inversiones y de financiación, la política de responsabilidad social corporativa (en adelante RSC) y la política de dividendos”. De igual forma, el nuevo Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, (CNMV, 2015) establece en su recomendación 53 que el Consejo debe garantizar “la supervisión del cumplimiento de la política de responsabilidad social corporativa”.
Por tanto puede afirmarse una cosa: un bueno gobierno corporativo es condición sine qua non para la RSC… Pero no al contrario!! En este video podrás verlo con más detalle.
https://youtu.be/776MdgnrCv4?list=PLWfF6Dli9QCMSXuCn9f1GCNTfWy9Uw3N1