Mi entrevista para celebrar los 1000 socios de DIRSE
La Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad, ESG, (DIRSE) me hizo una entrevista para celebrar el hito de alcanzar la cifra de 1.000 socios. Personalmente fui uno de los once firmantes del acta fundacional y expresidente de la Asociación. En esta entrevista, comparto mis recuerdos del nacimiento de la asociación y mi visión sobre la evolución de la sostenibilidad corporativa en España.
Andreu recuerda que, desde el primer momento, la idea de fundar una asociación del ámbito RSC le resultó atractiva, aunque pensó que serían pocos los interesados. Para él, la evolución de la profesión ha sido como la de los salmones y los delfines: “cuando nuestra profesión empezaba a subir como la espuma, me comentaron que los dirses tendrían que aprender a nadar a favor de corriente, porque hasta entonces estaban acostumbrados a nadar contra ella, como los salmones. Hoy, aunque la profesión ha crecido y se ha consolidado –no hay más que ver los 1.000 socios–, me temo que tendremos que volver a sacar las habilidades de los salmones porque hoy el viento sopla de cara”.
Como fundador de DIRSE, ¿qué recuerdo guardas del momento en que nació la asociación y cuál era la necesidad principal que buscabais cubrir en aquel entonces?
Tengo varios recuerdos, pero quisiera destacar cinco. El primero, cuando Isabel Roser me vino a ver a Telefónica y me propuso crear DIRSE: de entrada, la idea me gustó, aunque pensé que no seríamos muchos los que formaríamos la asociación. El segundo, cuando algunos de los que seríamos fundadores comimos cerca del Congreso de los Diputados con Ramón Jáuregui; creo recordar que estábamos Juanjo Almagro, Isabel Roser, Marta de la Cuesta y el recordado Jordi Jaumà… todos estaban animados, aunque yo seguía pensando que seríamos pocos. Y el tercero, el día que mantuvimos la primera reunión constitutiva en Garrigues para presentar el primer borrador de estatutos que habían preparado Jesús de la Morena y su equipo: ahí decidimos salir, y dejamos un plazo abierto para que se nos unieran los que luego serían los primeros 35 o 40 fundadores. El cuarto, el día que fuimos al notario a inscribir la asociación y la primera Junta directiva formada por Juan José Almagro García (presidente), Luis Hernán Cortés Soria (vicepresidente), Jesús de la Morena Olías (secretario), María Susana de las Heras Gonzalo (vicesecretaria) Alberto Andreu Pinillos, Juan Ramón Silva Ferrada, Antoni Ballabriga Torreguitart, Inés García-Pintos, Isabel María Roser Hernández, María Almudena Rodríguez Beloso, Marta González-Moro Méndez (tesorera). Y el último, el día que lanzamos el primer estudio sobre el estado de la profesión, dirigido por José Luis Fernández, de ICADE y Jesús de la Morena. Ese fue el proceso de gestación y nacimiento del DIRSE.
2_ Han pasado 12 años desde la creación de DIRSE. ¿Cómo valoras la evolución de la función del dirse y de la propia asociación durante este tiempo?
La profesión ha tenido un proceso que, en un momento determinado, describí utilizando la metáfora de los salmones y los delfines. Recuerdo que, cuando nuestra profesión empezaba a subir como la espuma, Alberto Castilla (hoy socio de sostenibilidad de EY) me comentó que Víctor Viñuales (en aquel entonces director de ECODES) decía que los dirses tendrían que aprender a nadar a favor de corriente, porque hasta ahora estaban acostumbrados a nadar contra ella, como los salmones. Hoy, aunque la profesión ha crecido y se ha consolidado (no hay más que ver los 1000 Socios), me sospecho que vamos a tener que volver a sacar las habilidades de los salmones para nadar contra corriente porque hoy el viento sopla de cara.
3_ ¿Qué significa para ti que DIRSE haya alcanzado la cifra de 1.000 socios y qué refleja este crecimiento sobre la madurez de la profesión en España?
Pues dos cosas. La primera que yo me equivoqué cuando, en 2013, pensé que no seríamos muchos. Y la segunda es que, entre todos, hemos hecho crecer la profesión y la hemos consolidado. Eso es motivo de orgullo colectivo.
4_ ¿Cómo ha cambiado la posición del dirse en las organizaciones desde 2012 hasta ahora? ¿Dirías que ha pasado de ser un rol técnico a uno estratégico en la toma de decisiones?
Creo que la profesión ha ido subiendo posiciones y creciendo a nivel organizativo. Hace unos años era muy raro encontrar un dirse en posición de CEO-2; hoy ya no es infrecuente ver dirses con niveles de CEO-1 y ocupando posiciones en comités de dirección. Recuerdo que, en el décimo aniversario de DIRSE, Paul Polman nos dijo que hace 10 años el objetivo de los directores de sostenibilidad era llegar a los comités de dirección (y eso ya se está consiguiendo an algunas empresas), pero que el reto futuro sería verlos en posiciones de CEO. Su argumento fue interesante: los directores de sostenibilidad conocen toda la compañía, piensan en el largo plazo, entienden el ecosistema de los stakeholders e identifican riesgos y oportunidades. Ese es el futuro… aunque aún queda lejos.
5_ Desde tu experiencia, ¿cuáles son los principales desafíos que afrontarán los dirses en los próximos años para seguir aportando valor a sus organizaciones?
Sin duda luchar contra la creciente demonización de la sostenibilidad que estamos viviendo en los últimos tiempos como consecuencia de la polarización política. Es curioso ver cómo la sostenibilidad ha pasado de ser un punto de encuentro (en 1998 con el Pacto mundial, o en 2000 con los Objetivos del Milenio, o en 2014 con la directiva de reporte o en 2015 con los ODS) a ser un factor de confrontación política de primera magnitud.
Nuestro gran desafío es recuperar el racional ético, económico y científico de la sostenibilidad. Tendremos que volver a responder a las preguntas básicas que nos llevaron que la sostenibilidad fuera un punto de encuentro: ¿De qué hablamos cuando hablamos de sostenibilidad? ¿Estamos ante una moda o se trata de algo más profundo? ¿Vale todo a la hora de ganar dinero o es necesario poner algunos límites? ¿Se puede generar valor al accionista sin crear valor a los clientes (o a los empleados o a la comunidad)? ¿Están generando hoy los riesgos ambientales (y los sociales y los de gobernanza) impactos negativos en la cuenta de resultados (depreciación de activos, pérdida de ingresos por siniestralidad…)? ¿Existen oportunidades de negocio asociadas a la sostenibilidad? ¿Puede un solo área de la empresa hacer acometer la transformación sostenible? ¿Es más costoso hacer algo o no hacer nada? ¿Se puede cambiar el modelo económico sin regulación, dejándolo a la libre voluntad del mercado? Responder a esas preguntas nos ayudará a recuperar ese racional ético, económico y científico de la sostenibilidad.
¿Qué mensaje te gustaría trasladar hoy a los 1.000 profesionales que forman parte de la asociación y que continúan construyendo sobre el legado que tú ayudaste a iniciar?
Tengo varios. El primero, que será necesario, en estos tiempos de polarización y de ola AntiESG o AntiSostenibilidad que vivimos actualmente, adecuar el lenguaje todo lo más posible para “pegarse” a la cadena de valor de las empresas y a la cuenta de resultados. Si el lenguaje técnico de la sostenibilidad en los tiempos de polarización puede generar rechazo, quizá haya que «traducir» algunos conceptos para reencontrarnos en un punto de racionalidad económica y científica en torno a la sostenibilidad.
El segundo, es que es necesario “meterse en la mente de los directores financieros” y hablar su mismo lenguaje, que suele ser el de la eficiencia y el payback. Una de las esencias de la sostenibilidad es el uso racional de los recursos (eficiencia); eso exige otras capacidades, pero son los tiempos que corren. Los tiempos de la “legitimación social”, me temo, hoy es más complicado que hablar de ahorro y eficiencia energética (por ejemplo).
Y el tercero es un poco más filosófico. El hecho de que uno tenga razón, no significa que te la den. Es tiempo de “ponerse en los zapatos del otro”, entender sus dilemas, hablar su lenguaje y, sobre todo, ayudar al otro (en este caso, a todas las áreas funcionales de la empresa) a conseguir sus propios objetivos pensando en el largo plazo, en el uso eficiente de los recursos y en la excelencia operativa
Con la vista puesta en los próximos retos, DIRSE celebra este hito con el compromiso de seguir impulsando el liderazgo sostenible en las organizaciones.
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